Este matorral de cliserie montañosa crece de forma lenta, aunque en unas condiciones óptimas. Mide, por norma general, entre 1 y 3 metros.
Existe una distinción entre las plantas masculinas y femeninas del enebro. En ambas aparecen flores en primavera, aunque solo la femenina desarrolla frutos en otoño. Los frutos, comúnmente conocidos como enebrinas, tienen forma esférica, de entre 4 a 12 mm de diámetro. De color verde grisáceo, los frutos del enebro tardan en madurar un año y medio, aproximadamente. Pasado este tiempo, adquieren un color negro purpúreo similar al de los arándanos.
Sus hojas, con forma de aguja grande y reunidas en espirales de tres son de color verde, y acabadas en un ápice puntiagudo y rígido.
En cuanto a los usos y aplicaciones del enebro, se trata de un arbusto demasiado pequeño para ser utilizado como maderero, por lo que su utilización se reduce a la horticultura y condimentación. Se trata de un fruto amargo, por lo que no suelen consumirse crudos. El enebro es vendido seco para añadir sabor a las carnes y salsas, normalmente. También se utiliza para aromatizar algunas bebidas alcohólicas, como la ginebra.