La encina
La encina es un árbol fagáceo ( hojas sencillas, flores masculinas y femeninas en un mismo tallo y fruto más o menos cubierto por una cúpula) . Es perenne, nativo de la región mediterránea de talla mediana, aunque puede aparecer en forma arbustiva, condicionado por las características pluviométricas o por el terreno en el que se encuentre.
Es un árbol llegar a que puede alcanzar de 16 a 25 metros de altura. En su estado salvaje, es de copa ovalada al principio y después se va ensanchando hasta quedar en una forma más redondeada. Su copa se suele podar (olivación) con el objetivo de mejorar la producción del fruto ( bellotas) , adquiriendo así una forma semiesférica. De joven suele formar matas arbustivas que se podrían confundir con la coscoja y, en ocasiones, se queda en ese estado de arbusto por las condiciones climáticas o edáficas del lugar.
La corteza es lisa y de color verde grisáceo en los tallos; a medida que crecen se va oscureciendo y, alrededor de los 15 o 20 años, se agrieta en todas direcciones, quedando un tronco muy oscuro.
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| Encina madura |
Usos
Las encinas son un recurso ganadero esencial en las dehesas (los cerdos alimentados con bellotas dan los mejores jamones de España), esta especie ha tenido infinidad de aplicaciones desde la antigüedad hasta nuestros días.
Su madera es muy dura y difícil de trabajar, por lo que se emplea para fabricar piezas que tengan que soportar gran rozamiento, como en carros, arados, parquets, herramientas, etc., así como en pequeñas obras hidráulicas y en la construcción como pilares o vigas. Además resulta una excelente leña para quemar y para hacer carbón vegetal.
Las bellotas más dulces, además de alimentar al ganado, resultan comestibles para los humanos por lo que se comen a menudo tostadas como otros frutos secos, o en forma de harina para hacer un pan algo basto.
Vídeo
Material audiovisual para saber más acerca de este árbol
Bibliografía
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